Y aquella tarde cayó un chaparrón y tú quisiste abrir orgullos tu paraguas cuando entrábamos en el parque, y en tu mano se armó una catástrofe de relámpagos fríos y nubes negras, jirones de tela destrozada cayendo entre destellos de varillas desencajadas, y nos reíamos como locos mientras nos empapábamos, pensando que un paraguas encontrado en una plaza debía morir dignamente en un parque...
Ya no sonrío por dentro , sonrío por fuera que es mejor, si te molesta lo siento, vive feliz mi interior
Nunca te fíes de nadie, especialmente de la gente a la que admiras. Ésos son los que te pegarán las peores puñaladas.
Las palabras con que se envenena el corazón ,
por mezquindad o por ignorancia, se quedan enquistadas en la memoria y tarde o temprano te queman el alma.
jueves, 24 de noviembre de 2011
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Me roba una sonrisa, la cual desaparece a prisa entre la brisa..♥
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